Atajó Júlio César

Por una nueva fecha del torneo que se disputa en el gimnasio el conjunto Chocarrero igualó 2-2 con Parmita en un partido donde, claramente, mereció ganar. Pero en el cual la figura fue el arquero. Otra que el portero del Inter.

Después del receso de las vacaciones de invierno (unas 3 semanas) el equipo volvió a pisar las baldosas del Colegio Agustiniano. Volvieron a encontrarse los integrantes luego de mucha fiesta y muy poco entrenamiento (La dupla de técnicos del equipo es Fabianni-Ronaldo).

Enfrente, vestidos con la camiseta del Villareal, estaba el puntero del torneo. El recién descendido. El cuco. Un rival que, para Lucho, era un viejo conocido (NdR: Klobovs jugó mucho tiempo en Parmita)).

Y comenzó el encuentro con dos posturas totalmente diferentes. El Choca trataba de jugar con toques cortos y a ras del piso mientras que la estrategia de los vestidos de amarillo era clara: Pelotazo al nueve y que se arregle (Algo así como los equipos italianos ¡VIVA EL CATENACCIO!)

Los minutos pasaban y mientras los suplentes chocarreros se cambiaban y animaban al team llegó el primer tanto del rival después de una buena jugada individual un remate inatajable. Un golpe duro, del cual el equipo logró reponerse y seguir atacando pero…

Todas las pelotas, las que iban adentro, afuera, al medio, abajo, arriba eran detenidas por el portero rival. No había forma de sobrepasar al portero que estaba teniendo una actuación brillante. Aunque hasta los mejores jugadores (y arqueros) tienen un error y, gracias a Dios, el guardameta parmitense también lo tuvo. Luego de un remate, no pudo contener el balón y Lucho, ni lento ni perezoso, puso el botín y consiguió empardar el partido.

A partir de ahí todo seguía igual, Chocarreros atacaba y atacaba mientras que Parmita se defendía y tiraba el pelotazo.

El segundo tanto del equipo de la camiseta del Ajax llegó después de un tiro libre mal pateado por el rival. La pelota le quedó nuevamente en los pies a Lucho y encaró el arquero al estilo Messi y definió como el rosarino. Dos a uno y un resultado que se acondicionaba mejor al trámite del encuentro. Así se fueron al descanso ambos equipos.

En la parte complementaria el “submarino amarillo” salió en búsqueda del empate. Con un poco más de intensidad y poco juego. Pero, luego de conseguir la parda, todo volvió a ser como el primer tiempo. Chocarreros con el balón y las mejores oportunidades (nuevamente atajadas por el guardameta) y Parmita buscando, de contra, el desnivel.

Se convirtió en un encuentro de ida y vuelta y muy vistoso para los espectadores que se encontraban afuera. Pero no hubo alguien capaz de vencer a los arqueros y poder llevarse el encuentro.

El árbitro marcó el final del encuentro y las caras del equipo eran más de frustración que de alegría. Porque, si bien se enfrenaron con el puntero, dominaron todo el encuentro, fueron agresivos, no dejaron de correr y meter y luego cuando podían haber sacado diferencia se toparon con un arquero que sacó todo. Y claro, si en el arco estaba Júlio César.



By TCHAMÍ

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