Fueron para Atlas



Chocarreros, en un partido que mereció ganar, empató 1-1 con Atlas y cortó una racha de tres victorias consecutivas. Tomi, de tiro libre, fue el goleador.
                      
Difícil de explicar lo que pasó el sábado. Complicado entender lo que fue el encuentro. Así como a las 15:45 se jugó uno de los mejore partidos de la historia de la Final de la Champions League, en el Agustiniano se vivió una antítesis del buen fútbol.

Se podría decir que el Choca salió a jugar como el Borussia Dortmund y su rival como el Inter de Mourinho ante el Barcelona. Polos opuestos, ideas opuestas.

En una tarde que prometía bien, Chocarreros nunca pudo hacer pie en el pasto sintético y nunca pudo plasmar los buenos momentos de fútbol que, fechas anteriores, le dieron la victoria.

Todo pintaba bien: El equipo estaba completo. No faltó casi nadie de los jugadores y los dos DT’s se hicieron presentes para dirigir y dar una opinión desde un costado. El único que estuvo ausente, otra vez, fue Marito que sigue sin aparecer luego de que se lo vio en un país ignoto de Europa haciendo carrera de avestruz.

El equipo ya sale de memoria: AZ1 al arco, Eme, Lukitas y Andrej en la defensa, Sandi, Stric y Tomi en la mitad de cancha y Sebas en la delantera. Beto y Danilo esperando su momento para entrar en acción.

Cual equipo alemán, los eslovenos salieron ordenados y en búsqueda de unos tres puntos que le dieran la tranquilidad de mandar a todos desde lo más alto de la tabla.

Atlas, por otro lado, atinó a defenderse y a salir de contra con sus delanteros habilidosos y rápidos. Con esa tónica fueron los verdiblancos los que tuvieron las primeras chances. Cabezasos, remates cruzados fueron algunas de las ocasiones que desperdició el equipo.

Con el pasar de los minutos  el encuentro se volvió chato y sin grandes situaciones hasta que  un error en la salida chocarrera  generó que los ex “Guerreros” se pongan en ventaja. De forma injusta, pero ventaja al fin.

Nuevamente remontar un resultado adverso. Otra vez a correr la liebre, revertir una desventaja.  Algo que, en los últimos partidos, el Choca nos tiene acostumbrados.

Pasaron los minutos y el primer tiempo terminó más rápido que una pelea de Mayweather ante un rival de poca experiencia. A refrescarse y a charlar en el entre tiempo.

En la segunda parte, Chocarreros salió a buscar un empate que merecía pero que no pudo lograr. Salió con todo a llevarse a un rival que, poco a poco, se fue refugiando y metiendo en su propio arco.

Pelotazos y más pelotazos fue lo que hicieron los defensores Atlas que en ningún momento trataron de jugar al fútbol. Lo que hicieron fue poner fuerte la pierna.

Pasaron los minutos y las chances de los eslovenos seguían pasando. Los vestidos con camiseta marrón lo único que podían hacer era rezar y esperar que el árbitro termine el partido.

El rival, nervioso y confundido abusó de las faltas y, como consecuencia, le expulsaron a dos jugadores que, hasta el momento, fueron claves. Una luz al final del camino apareció para el team. Una luz que, si bien no tenía mucha fuerza, le dio esperanzas y más ánimos para buscar el tanto.

Párrafo aparte para uno de los asistentes quien se olvidó que estaba jugando al fútbol y pensó que estaba con el hijo disfrutando del “Pescamanía”. Le cobró muchas posiciones adelantadas a Tomi quien se ofuscó y lo terminó insultando.

Seguían pasando los minutos y Chocarreros no podía quebrar al arquero rival hasta que un tiro libre hermoso de Tomi acarició la red y produjo el grito de gol de la boca de todos los jugadores. Algarabía y festejo dentro de la cancha y afuera.

En los últimos instantes los verdiblancos fueron a buscar la victoria y encontraron una roja. Andrej y un rival se enredaron en el piso y el árbitro decidió echar a los dos jugadores.

Con pocos minutos de juego, había tiempo para una última jugada. De un tiro libre, Chocarreros generó una situación que por unos centímetros Tomi no pudo definir.

El árbitro sentenció el final del partido y un sabor agridulce en los jugadores del team. Si bien no se perdió, el rival nunca mereció meter un gol y no mereció llevarse el punto. Un rival digno del fútbol italiano. Un rival que se olvidó de jugar y fue para Atlas.

One by One

#1 AZ (7): Firme y seguro.
Nada que hacer en el gol. Después fue un espectador de lujo. Hasta se pidió un café para ver el partido.

#12 Eme (7): Buen partido. Presionando y siendo la salida en varias ocasiones. Solo debe dejar de habilitar a los rivales.

#2 Lukitas (8): Seguro como central. Corrió y relegó a sus compañeros. La voz cantante de la defensa.

#4 Tuerca (6): Buen partido hasta que se hizo expulsar tontamente. Le pusieron una marca fija y se le complicó ser la salida.

#Sandi (7):
Como siempre corrió, metió y tiró algún chiche. En la segunda parte jugó de “9” y se lo notó perdido.

#8 Stric (8): La voz en el medio campo. Se animó a atacar varias veces y llegó al área rival. Cubrió bien los espacios y contuvo algunas arremetidas del rival.

#7 Tomi (8): El goleador de la tarde. Corrió y fue lo más incisivo en el ataque. De tanto ir, le cobraron miles de offside’s.  A estar más atento.

#13 Sebas (6):
Solitario arriba generó alguna que otra situación. En la segunda parte entró faltando nada y ni la tocó.


#17 Beto (7): Gran partido de Betinho que se defendió de manera sólida y hasta se animó a tirar algún lujo.

#9 Danilo (7): Siempre que entra genera situaciones. Una voz de mando y de ánimo para el equipo. Fundamental para sacar de lugar a los rivales.



By El Rafa


Con dos ASÍ de grandes



En un partido épico, Chocarreros derrotó 4-3 a Franco Canadiense luego de terminar el primer tiempo perdiendo por 0-3. Tomi, Danilo, Andrej y Sandi los fueron los goleadores.

Huevos. Corazón. Garra. Cojones. Actitud. No bajar los brazos. La lista de sinónimos puede seguir agrandándose para describir lo que fue el segundo tiempo de los Chocarreros.

Cuesta quitar la sonrisa en el rostro. Cuesta dejar de pensar y alegrarse. Cuesta revivir el primer tiempo y no lamentarse. Cuesta revivir el segundo y no festejar. Cuesta entender qué pasó en el entretiempo. Cuesta comprender cómo un equipo estuvo a punto de ser goleado a pasar a ganar el partido de forma heroica.

Lo de Chocarreros el sábado fue épico. Algo de otra época. De esas noticias en los años  50 o 60 de equipos que lograron sobreponerse. De esas imágenes borrosas, entrecortadas y en blanco ingegro. Conjuntos que lograron cambiar el chip y revertir la situación. Es el típico partido de los cuentos de Fontanarrosa, Sacheri o Varsky. Donde un equipo termina el primer tiempo derrotado y cabizbajo y, en la segunda mitad, parece una máquina y remonta.

Ojo, esto no solo pasa en los cuentos, también sucede en la realidad: El River que le empata a Boca 3-3 en el Monumental después de ir perdiendo 0-3. El Machester de Ferguson que gana una Champions en el último minuto (2-1 al Bayern Munich en el Camp Nou en 1999). Suecia empatándole 4-4 a Inglaterra después de caer 0-4. A esa altura está lo que pasó en el último fin de semana. Algo que raramente se ve pero, cuando uno lo hace, se disfruta.

En una semana de pocos sucesos (Ferguson anunció su retiro, El Barca se consagró campeón de La Liga, Chacarita perdió, nuevamente) el fin de semana llegó, para los jugadores chocarreros, con muchas ganas de seguir por el camino de la victoria y mantenerse en el ápice de la tabla de posiciones.

Un horario atípico para el team hizo que todos se juntaran en Agustiniano a las 14:30 para comenzar con el match ante Franco Canadiense. Rival al que enfrentó siete días antes y al cual venció por 8-3.

Sábado a sábado, el equipo fue afianzando su juego y los titulares. Un team que ya sale de memoria: AZ1, Lukitas, Andrej, Eme, Stric, Tomi, Sandi y Sebas. Pacientes en el banco esperaban Danilo y Beto.

Así como ese equipo se va consolidando, las ausencias también lo hacen. Macek sigue con sus cursos de crochet. Lucho encontró una changa en un colegio y les enseña a los chicos de primaria cómo jugar al quemado y  Marito sigue prófugo de la justicia por el encubrimiento al Padre Daniel por vender Alfajores “Tatin” en mal estado.

El partido arrancó como los últimos de los eslovenos: Presión, jugar al pie  y tener el ritmo del juego frente a unos canadienses que apuntaron al pelotazo y a la contra. 

Con las altas temperaturas como moderadoras de la tarde, el team trató de generar juego pero siempre le faltó la última estocada. Siempre, en los últimos metros,  el balón o fue interceptado por los rivales o se iba unos centímetros delante del pie chocarrero.

En ese momento llegó el primer baldazo de agua fría. Una contra ejecutada por un jugador, terminó con el balón ingresando despacito en el arco. Una dosis de mala defensa y mala fortuna.

En los minutos siguientes fue el vestido con camiseta a rayas rojas y grises quien se hizo dueño del balón y de las ocasiones. Situaciones que terminaron en gol. El segundo después de un córner y de una pelota imposible para Andrej y tercero con una mala salida de abajo que dejó solo al rival que únicamente tuvo que eludir al portero para marcar el 0-3.

Momentos de tensión, frustración y desgano para los verdiblancos que no encontraron la pelota, no encontraron las situaciones y eran vencidos en tres ataques rivales.  

Pero, en ese momento de duda y de frustración, una luz apareció al final del túnel. Un penal que se inventó Danilo y que él mismo ejecutó aunque, lamentablemente el primer tiempo más que un sueño fue una pesadilla, falló y con eso se acabó la primera mitad.

Caras largas. Poca charla en el entretiempo. Resignación y un único objetivo: Conseguir un gol, tranquilizarse y lograr la remontada.

Desde el pitazo del árbitro se vio unos chocas con una actitud arrasadora. Empujando, presionando, no dejando jugar a unos rivales que se metieron en el fondo y se preocuparon poco por tratar de tener el balón.

Desde los pies de Sandi y Tomi. La voz mandante de Danilo al grito de “Dale que estos no saben. Están cagados”. Desde un Lukitas que pasó a ser el defensor central. Desde un Stric que empezó a atacar más al ver que el rival no generaba, llegaron las mejores situaciones.

El gol estaba al caer. Y cayó. Una sutileza de Tomi, dio tranquilidad al team que mantuvo la presión y la iniciativa. Era cuestión de ser un poco certeros y la remontada era posible.

Pasaron los minutos y cuando entró el segundo, de la cabeza de Sandi, el tercero y cuarto no tardaron en llegar.  Primero Andrej y después Danilo.  De la frustración y desgano a la algarabía y felicidad.

Del lado canadiense las caras largas y los reproches no se hicieron esperar. Esbozaron unos ataques pero no generaron peligro. El resultado estaba sentenciado. Y, cuando el árbitro pitó el final, el festejo estalló. Abrazos, felicitaciones, sonrisas, de todo había en el montoncito de jugadores Chocarreros que tardaron un rato en retirarse de la cancha.

Hay partidos que se ganan jugando bien, hay otros que se ganan con suerte. Y algunos, como este, se ganan con actitud, con fiereza, con intensidad, con corazón, con huevos y este equipo, los tiene ASÍ DE GRANDES!


One By One

Para todos, por la entrega, por no dejar de pelearla, por no dejar de correr, por seguir intentando y seguir yendo al frente, este 10 es para ustedes.

Mención especial para el "DT" o viejo del equipo rival. Este 10 es para él. Por no dejar de gritar, complicar a su equipo, volverlos locos, ser de las personas más insoportables de toda la tarde. Para terminar, después de desconcentrar a su equipo, criticó e insultó a "sus" jugadores. "Ganar tres cero y perderlo 4-3 no se puede aceptar. Qué pecho fríos que son.", fueron sus últimas palabras de el San Filipo del Agustiniano.

 By Alejo Apo