La tarde-noche no comenzó del todo bien para el conjunto Chocarrero. Con la noticia consumada de que Tomi no podía jugar por el golpe que tuvo la semana pasada, el team perdió un cambio y, más que nada, a un jugador muy determinante e importante.
Con las primeras llegadas del conjunto, una de Seba que el portero atajó soberbiamente y luego una de Lucho, todo parecía cambiar. Parecía que iba a ser el encuentro bisagra para el equipo. Y más aún cuando Sandi, el otrora goleador de los Chocarreros, convirtió un golazo que tuvo su grito hasta el cielo.
Parmita comenzó a tener iniciativas y empezó a contra restar el avance y la furia chocarrera. El cotejo se tornó parejo, con varias imprecisiones por parte de los dos equipos, pero con mucha intensidad.
El rival no merecía el empate pero igual llegó a él. Luego de un centro al medio del área el solitario marcador cabeceó de manera perfecta y puso el 1-1 en el marcador. Falla en la defensa que no lo marcó.
No cambió la idea del Choca. Los jugadores seguían corriendo, seguían relevándose de manera eficiente y minutos más tarde del empate llegó la nueva ventaja en el marcador. Nuevamente el “10”, que tenía el esférico atado, pasó entre dos jugadores rivales y definió de manera espléndida ante la salida del arquero.
Todo iba por el buen camino para el equipo. Seguía defendiendo bien y mantenía la diferencia ante el conjunto que descendió de la A.
Llegó el entretiempo. Ambos equipos fueron a refrescarse y a plantear ideas y opiniones. La premisa del Choca era mantener la ventaja y ver si podían convertir otro gol. Aunque sin correr demasiado ante la falta de suplentes.
Por el lado de Parmita, hubo cambios que los ayudaron a refrescar las líneas y poder superar físicamente al rival.
La segunda parte fue más pareja, y con chances para ambos equipos. El notorio cansancio físico de varios jugadores Chocarreros fue bien aprovechado por el equipo vestido con la remera del Villareal.
La polémica llegó cuando al conjunto con la camiseta del Ajax le anularon un gol por una supuesta falta de Andrej al arquero. Hay que aclarar que el lateral izquierdo chocarrero fue empujado por un rival lo que provocó que embista al arquero.
Y apartir de ahí se notó la merma del Choca y el aumento del rival. Así llegó al empate. Una jugada poco fortuita por parte del arquero chocarrero provocó el 2-2. Y el crecimiento de la confianza de Parmita.
Minutos más tarde llegó lo que nadie quería que llegara, el 2-3 a favor del rival. Luego de un tiro libre, al ras del piso y que pasó por el medio de muchas piernas, la pelota se metió alado del palo del portero chocarrero.
Con más ganas que juego y con poco físico, Chocarreros salió en búsqueda de la igualdad. Una igualdad que merecía pero que nunca llegó. Aunque chances tuvo. La más clara fue una de Lucho que después de desparramar a unos adversarios definió de manera sutil y perfecta ante la salida del arquero. Pero, lamentablemente, el balón se fue a centímetros del poste.
Pasaron los minutos y llegó el final del partido. Una derrota que, por cómo se dio el partido, fue inmerecida pero una caída que dejó cosas positivas. Ahora a levantar cabeza y a ganar el sábado en el gimansio
Con las primeras llegadas del conjunto, una de Seba que el portero atajó soberbiamente y luego una de Lucho, todo parecía cambiar. Parecía que iba a ser el encuentro bisagra para el equipo. Y más aún cuando Sandi, el otrora goleador de los Chocarreros, convirtió un golazo que tuvo su grito hasta el cielo.
Parmita comenzó a tener iniciativas y empezó a contra restar el avance y la furia chocarrera. El cotejo se tornó parejo, con varias imprecisiones por parte de los dos equipos, pero con mucha intensidad.
El rival no merecía el empate pero igual llegó a él. Luego de un centro al medio del área el solitario marcador cabeceó de manera perfecta y puso el 1-1 en el marcador. Falla en la defensa que no lo marcó.
No cambió la idea del Choca. Los jugadores seguían corriendo, seguían relevándose de manera eficiente y minutos más tarde del empate llegó la nueva ventaja en el marcador. Nuevamente el “10”, que tenía el esférico atado, pasó entre dos jugadores rivales y definió de manera espléndida ante la salida del arquero.
Todo iba por el buen camino para el equipo. Seguía defendiendo bien y mantenía la diferencia ante el conjunto que descendió de la A.
Llegó el entretiempo. Ambos equipos fueron a refrescarse y a plantear ideas y opiniones. La premisa del Choca era mantener la ventaja y ver si podían convertir otro gol. Aunque sin correr demasiado ante la falta de suplentes.
Por el lado de Parmita, hubo cambios que los ayudaron a refrescar las líneas y poder superar físicamente al rival.
La segunda parte fue más pareja, y con chances para ambos equipos. El notorio cansancio físico de varios jugadores Chocarreros fue bien aprovechado por el equipo vestido con la remera del Villareal.
La polémica llegó cuando al conjunto con la camiseta del Ajax le anularon un gol por una supuesta falta de Andrej al arquero. Hay que aclarar que el lateral izquierdo chocarrero fue empujado por un rival lo que provocó que embista al arquero.
Y apartir de ahí se notó la merma del Choca y el aumento del rival. Así llegó al empate. Una jugada poco fortuita por parte del arquero chocarrero provocó el 2-2. Y el crecimiento de la confianza de Parmita.
Minutos más tarde llegó lo que nadie quería que llegara, el 2-3 a favor del rival. Luego de un tiro libre, al ras del piso y que pasó por el medio de muchas piernas, la pelota se metió alado del palo del portero chocarrero.
Con más ganas que juego y con poco físico, Chocarreros salió en búsqueda de la igualdad. Una igualdad que merecía pero que nunca llegó. Aunque chances tuvo. La más clara fue una de Lucho que después de desparramar a unos adversarios definió de manera sutil y perfecta ante la salida del arquero. Pero, lamentablemente, el balón se fue a centímetros del poste.
Pasaron los minutos y llegó el final del partido. Una derrota que, por cómo se dio el partido, fue inmerecida pero una caída que dejó cosas positivas. Ahora a levantar cabeza y a ganar el sábado en el gimansio
By Otto Rehhagel
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